Rehacer literatura

Un escritor siempre tiene un cúmulo de obras literarias que se han añejado en las gavetas. Un día se da cuenta que todos esos papeles estorban y decide revisarlos antes de romperlos y tirarlos a la basura.

No estamos hablando del proceso natural de dejar reposar la literatura y retomarla unos meses o días después, estamos hablando de los papeles que por años duermen en los cajones.

Talleres literarios

Muchos escritores principiantes han acudido a los llamados talleres literarios, donde un grupo de personas critican a rajatabla cualquier texto que se lea en el grupo.

En ocasiones parte del esfuerzo del escritor queda abandonado a mitad de camino por el exceso de esa crítica inmadura que lejos de ayudar paraliza la creación.

Un escritor en sus inicios debe de ser impulsado a soltarse y a aprender de su propia experiencia, solo es recomendable señalarle la falta de leyes que lo puedan perder en el mundo de la imaginación o la carencia de un dominio estructural. Lo demás es alentarlo para que siga escribiendo, pero no siempre pasa así.

Trabajo sobre criticado y guardado

El trabajo que ha sido sobre criticado, generalmente termina siendo el peor de todos porque el escritor tiende a perder su camino después de tanta sugerencia.

A este tipo de trabajo echado a perder se le llama literatura recalentada, casi que se le pudiera llamar literatura quemada.

Sin embargo, por ese cariño que el escritor le tiene a sus textos, decide guardarlo en una gaveta y seguir hacia delante con otros temas.

Trabajo publicado y sobre criticado

No importa el éxito que haya podido tener una obra publicada. En ocasiones suele ocurrir que las obras de éxito también son las más sobre criticadas.

Suele ocurrir que la crítica inmadura le cree dudas al autor y este decida que una obra en específico, a pesar de su éxito, no está bien escrita o pudiera dar más de lo que dio.

Entonces el autor no se preocupa por promoverla y quisiera mas bien que desapareciera del mercado. Hasta que un día decide retomarla...

¿Qué hacer con el impulso de retomar la literatura recalentada?

Es recomendable que un escritor nunca vuelva a los textos recalentados porque podría matarle el proceso de creación.

Aunque el escritor se encuentre en un momento de bloqueo creativo debe desechar la idea de retomar literatura añejada en las gavetas.

Lo más recomendable es que si está bloqueado, rompa todos esos papeles y se libere para darse la oportunidad de encontrar nuevos caminos.

¿Esto quiere decir que bote las ideas?

No se trata de botar las ideas, se trata de botar a forma en que las expresó en un momento determinado.

Las ideas siempre van con el escritor y están el el subconsciente aunque este no lo quiera, por eso nunca va a botar las ideas.

El cuerpo de ideas que contiene cualquier obra está dentro del escritor y se va transformando con el tiempo. Ningún trabajo viejo podrá contener lo que el escritor piensa en el presente.

¿Vale la pena volver sobre lo publicado?

Cada obra tiene su momento y su contexto histórico, el escritor cambia, pero el texto si fue publicado debiera ser inamovible.

Un escritor debe aprender a no mirar atrás porque corre el riesgo de convertirse en piedra. La mirada del escritor debe ser siempre la próxima novela y no preocuparse por lo que ya se publicó.

Lo publicado, con éxito o no, ya está impreso y no vale la pena volver a rehacerlo. Lo que no quiere decir que el escritor retome la idea y escriba otra obra con el mismo tema y con diferente forma, pero ya no es la novela que dejó atrás.

Conclusión

El cuerpo de ideas suele transformarse con el tiempo y merece que un escritor retome alguna de ellas o incluso, las convierta un tema constante en sus textos.

Sin embargo, las formas, como corresponden con la idea específica, en un momento específico de desarrollo, se deben renovar continuamente.

Si un escritor se ve tentado a volver sobre un texto viejo, debe de romperlo en pedazos y comenzar una obra nueva.