sábado, 16 de enero de 2010

¿Cómo mantener la atención del lector?


La narración como hija legítima de la poesía y el drama, contiene elementos esenciales de ambos géneros. Por una parte, se alimenta de la lírica para crear su tejido de palabras y por otra, desarrolla su trama apoyándose en la ley del conflicto.

Ley del conflicto

De forma simplificada podemos decir que la ley del conflicto es la lucha de un individuo contra otro o de un grupo de individuos contra otro grupo de individuos.

Lo que mueve la ley del conflicto es la voluntad consciente de los personajes, lo que ellos quieren. O sea, se trata de la lucha de todo ser humano por obtener sus metas, bien sean materiales o espirituales.

Con esto queremos decir que los conflictos no son más que los puntos álgidos de la realidad, los puntos de contradicción y lucha que se establecen cuando los seres humanos se proponen la realización de sus deseos o ideales y la ación de otros seres humanos o la naturaleza o Dios o el destino, se les opone.

Conflicto interno de los personajes

Los estudiosos afirman que los grandes personajes de la literatura son aquellos que se transforman o bien en el tiempo de la representación teatral, o en el tiempo que dura la novela o el filme.

La anagnórisis de los personajes o el momento en que ellos reconocen la situación en que se encuentran, puede hacer que el personaje recapacite y cambie sus objetivos, lo cuál le creará irremediablemente una contradicción interna.

A esta contradicción que está dentro del alma del personaje, se le llama conflicto interno y puede, en si, mover cualquier acción.

Múltiples conflictos

Dentro de una historia existen múltiples conflictos que son generados por los personajes y por las circunstancias.

Si un autor aprende a administrar estos conflictos, logrará mantener a través de ellos, la atención y el interés del lector.

¿Cómo manejar los conflictos?


Cada capítulo es una unidad en si que imita a pequeña escala la estructura general de la novela por eso cada capítulo debe tener su conflicto propio que lo mueve.

Para mantener la atención del lector, es aconsejable que el autor cierre cada capítulo en el clímax del conflicto de una sub-trama.

En la medida de lo posible, los capítulos no deben resolver su conflicto, si no dejarlo en su punto más álgido para que el lector se interese por seguir leyendo el próximo capítulo y no pueda despegarse del libro.

Acción y descripción

Los capítulos no deben de terminar en una descripción, si no, en una acción que se quede suspendida. Las descripciones son los momentos de paz, de recreación que deben intercalarse en una novela para darle espacio a la palabra y enamorar al lector con su sonido.

Sin embargo, las descripciones no son ideales para cerrar los capítulos porque puede decaer la atención del lector, a menos que se esté describiendo la formación de un huracán o del preámbulo de un acontecimiento por venir que cambiará el curso de la historia.

El no conflicto

El arte conceptual niega la trama, la acción y basa su objetivo en los conceptos o símbolos, sin embargo a pesar de que un artista niegue el conflicto, este siempre estará presente.

Algunas novelas tratan de anular la acción o el conflicto para darle prioridad al concepto o a la palabra, pero en este esfuerzo, crean otro conflicto.

Cuando un personaje decide no moverse, no salir, no enfrentarse al mundo, está generando en su interior un conflicto que aunque el autor no quiera, moverá la acción interna del personaje.

Conclusión

Para mantener la atención del lector se debe cerrar cada capítulo con una situación que quede en suspenso, con un conflicto por resolver.

De esta manera el lector quedará atrapado dentro de las páginas y no podrá cerrar el libro hasta que no lo termine.

2 comentarios:

Dr. Cuauhtemoc Hernandez Maya dijo...

Muy valiosa la orientacion! Me sirvio mucho, gracias!

Dr. Cuauhtemoc Hernandez Maya dijo...

Muy valiosa la orientacion! Me sirvio mucho, gracias!

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